Ciudad de México, 17 de abril (SinEmbargo).- La desigualdad, escasez de recursos, falta de acceso a los servicios de salud y mala cobertura provocan que en México, anualmente, cerca de mil niños nazcan fuera de alguna institución de salud, en condiciones no aptas para ello.
El Diputado federal Samuel Gurrión Matías, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), denunció que cada año esta cantidad de bebés nacen «abruptamente en la vía pública, lo que constituye un atentado contra la salud tanto de las madres como de los recién nacidos».
El secretario de la Comisión de Asuntos Indígenas dio cifras del Sistema Nacional de Información de Salud (Sinais), que reflejan que de 2011 a 2013, el 1.3 por ciento de los aproximadamente dos millones de nacimientos en el territorio, se dieron en zonas de la vía pública cerca de hospitales o en los hogares de las madres.
Especificó que en 2013 se dio el mayor número de casos con 987, le siguió 2011 con 966 y al final, 2012 con 961 partos ocurridos en sitios diferentes a un hospital o un centro de salud, generalmente las calles aledañas a estos sitios.
Además, dijo, hay una categoría denominada «en otro lugar», que registró 8 mil nacimientos anuales, así como 250 «no especificados».
“Un nacimiento accidentado revela un grave síntoma de desigualdad, que no sólo se presenta en las comunidades indígenas, sino que ha escalado a los cinturones de miseria, tornándose preocupante; los partos fuera de hospitales son un sinónimo de una negligencia en los servicios de salud”, dijo en un comunicado.
Por su parte, reportes de prensa citaron en días pasados las declaraciones de Pablo Kuri Morales, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud (SSa), cuando elevó la cifra dada por el legislador, pues precisó que son 1.7 por ciento los partos que ocurren cada año fuera de un establecimiento de salud.
Sin embargo, dijo que estas situaciones (75 por ciento) se deben en parte a la decisión de la madre de parir en su hogar asistida de una partera o un médico particular, aunque también a factores de «espontaneidad, imprevisibilidad e inconveniencia».
LEE MÁS: Sector salud, viejo enfermo y desahuciado
Añadió que son cerca de dos millones 200 mil nacimientos vivos los que se registran por año en la República Mexicana, de los cuales en los últimos tres años, un promedio del 98.3 por ciento se realizó dentro de una unidad médica, y el 80 por ciento de éstos, en una institución pública del Sistema Nacional de Salud.
“Es reprobable e inaceptable, ya que representa un riesgo para la madre y el recién nacido”, continuó, por su parte, Gurrión Matías, al tiempo que exhortó a la SSa a coordinarse con sus homólogas estatales a implementar un programa que contribuya a reducir los partos accidentados y minimizar el riesgo de muerte en las madres y los recién nacidos.
De acuerdo con datos del Observatorio de Mortalidad Materna en México (OMM), el total de muertes maternas para 2013 fue de mil 13. Y en términos absolutos, de 1990 a 2011 fallecieron 28 mil 42 mujeres por complicaciones durante el embarazo, aborto, parto o puerperio (periodo que sigue al parto).
El Diputado dijo que los factores que intervienen en los nacimientos «accidentados» están la desigualdad, particularmente la dificultad del acceso, cobertura y deficiente utilización de los servicios médicos, así como escasez de recursos, manejo ineficiente de éstos y la valoración deficiente de las mujeres en trabajo de parto.
Una violación a los derechos humanos: OMS
El informe «Mortalidad Materna» del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) retoma posicionamientos de instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) cuando dicen que «la mortalidad materna prevenible es una violación a los derechos humanos a la vida, a la integridad personal, a la salud –incluida la salud reproductiva-, a la autonomía reproductiva, a la vida privada, a la igualdad y no discriminación, a decidir sobre el número y espaciamiento de los hijos/as, a no ser sometida a torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes; a la educación, a la información y al goce de los beneficios del progreso científico y tecnológico».
Mencionan que de acuerdo con la OMS, a nivel mundial, cada día mueren por lo menos 800 mujeres por causas relacionadas con el embarazo y el parte. «La mayor parte de estas muertes son prevenibles y un porcentaje muy grande corresponde a mujeres en situación de vulnerabilidad: rurales, indígenas, afrodescendientes y pobres».
Las causas directas de la mortalidad materna incluyen la eclampsia y preeclampsia, las hemorragias, las infecciones y los abortos inseguros, «muchas de estas causas relacionadas con la falta de acceso a servicios de salud de calidad, que se asocian con costos elevados de la atención médica, deficiencias en los insumos y equipos, y la falta de personal capacitado. Asimismo, existen barreras estructurales como las leyes, políticas y prácticas que perpetúan la discriminación contra las mujeres en el ámbito social, económico y familiar», informó el GIRE.
Dicho informe denuncia que en México, pese a que existe una normativa a nivel nacional que hace prioritaria la prestación de servicios de salud a las próximas madres, las cifras dicen lo contrario. «Las obligaciones internacionales de derechos humanos contraídas por México comprometen al Estado a prevenir la muerte materna; sin embargo, los datos estadísticos no muestran una reducción notable en los últimos cinco años. […] Esta situación es sin duda un reflejo de la existencia de problemas estructurales en el Sistema que impiden a las mujeres un acceso efectivo a los servicios de salud materna».